Yo siempre he creído en las princesas de cuento,
siempre me he imaginado que vivía en un castillo,
y venía mi príncipe contento,
y me arrastraba al pasillo,
allí me daba un beso,
y acababa el cuento.
Aunque no soy princesa,
yo os juro y os prometo,
que en verdad soy de cuento.
Aunque no viva en un castillo