miércoles, 21 de mayo de 2008

DESTINO FATAL.

Yo que he vertido lágrimas sobre su tumba,
Yo que he creído que volvería a mi lado,
Pero no, durante este tiempo me he estado engañando.
Jamás volvería, a estar entre sus brazos,
Ni sentir sus caricias, ni sentir sus labios.
Ni sentir de su cuerpo el contacto.
Soy así de crédula, para que voy a engañaros,
Si algún día entrego a otro mi corazón,
Jamás le entregaré mis labios,
Ni por un hombre me dejaría embaucarlo
Pues yo era aquella, que mi corazón a otro había entregado.
.

No hay comentarios: