lunes, 7 de abril de 2008

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD.

Una noche, con mucho frío, una muchacha paseaba. Las calles estaban vacías mientras


La gente se reunía con sus familiares en sus casas, porque hoy era un día muy especial,


Era navidad. Hacía viento, frío, estaban las aceras y las calles nevadas, hacía un viento


helado pero a la gente le daba igual, estaban todos celebrando la navidad, en sus casas,


calentitos, mientras fuera hacía un tiempo terrible. María, que así se llamaba la niña,


buscaba cobijo, un sitio para calentarse, era huérfana, sus padres murieron el año pasado


en un accidente de coche, fue por estas fechas. Aunque María era una fiel creyente,


cuando ocurrió la tragedia , dejó de creer en ello, y cayó en una gran depresión que duró


bastantes semanas. Se quedó sin casa, puesto que no podía pagar al casero, y acabó en


la calle. Aquel fue el primer año que celebraría la navidad sin sus padres, sin el


calor de una familia, puesto que era hija única, porque no tenía hermanos, y uno de ellos


murió con sus padres, el día del accidente. Así, María fue llamando a todas las casas,


para buscar donde cobijarse, pero nadie quería una mendiga en su casa. Hasta que llegó


a casa de ellos, eran los únicos que no celebraban la navidad como los otros, puesto que


eran unos exconvictos. Pero aquel día cuando llamó a la puerta, al verla tan


congelada, con esa carita tan angelical, sintieron pena, y la acogieron en su casa. Desde


aquel día, fue como un miembro más de la banda, ellos aprendieron muchas cosas de


ella, y ella les hablaba del mundo injusto y cruel en el que vivían, y así pasaban largas


horas charlando, junto a la chimenea, durante el relato de María , todos estaban atentos,


con mil oídos, hasta María les convenció para que fueran a la iglesia , al principio se


opusieron, pero luego a base de insistir les acabó convenciendo, hasta todo lo que


habían robado durante todos esos años, fue a parar como donativo. La navidad pasó y


con él el frío, llegó la hora de que María se marcharse, pero ellos no querían, la habían


tomado mucho cariño, y habían aprendido mucho de ella. Lo último que María vio fue


una cosa que se le grabó en el corazón, al despedirse de ellos vio a los cuatro apoyados


en el marco de la puerta con lágrimas en los ojos, fue tan conmovedor que hasta


lloró, pero ya nada se podía hacer, así que se despidió de los cuatro con un beso en


la mejilla, y se fue. Pasó un año, dos, tres, cada navidad los exconvictos esperaban la


oportunidad de volver a verla, pero cada día que pasaba, sus esperanzas se fueron


consumiendo, hasta que un día, les llegó una carta en la que se anunciaba la muerte de


María , puesto que había sido encontrada a diez kilómetros del bosque, muerta. Su


cadáver fue encontrado por casualidad, pero lo más sorprendente de todo, es que su cara


estaba iluminada y sólo quedaba de ella una sonrisa. Así fueron los exconvictos a su


entierro en un día con mucho frío, pero sólo estaban ellos, la dejaron flores en su tumba


y aquel día aprendieron a que hay que respetar a todo el mundo sin complejos, ni


diferencias, es decir, sin prejuicios. Cada vez que veían un mendigo, echaban limosna y


a veces iban a hacerles compañía, hablándoles de que lo aprendieron de una niña a la


que querían mucho, y que Dios quiso acogerla por sus buenas obras, y se la llevó con él


a un mundo mucho mejor, y mucho más feliz. Desde aquel día, todos los días iban a


misa, y le rogaban a Dios, pidiéndole una vida mejor para María que se lo merecía.


Fueron misioneros, y dejaron de robar y daban a los demás. Así pasaron sus últimos


años, hasta que un día durmiendo uno de ellos oyó un ruido, y al abrir los ojos, se


encontró para su sorpresa cara a cara con María . Estaba muy guapa, iba toda de azul,


llevaba un aro dorado en la cabeza, y atrás del vestido le sobresalían unas alas blancas.


María sólo dijo: ¡Despierta a tus compañeros, y seguidme!. Así lo hizo, cuando


despertaron no pudieron evitar un grito de gozo y júbilo a la vez. Estaba ella allí, tan


hermosa como siempre, pero mucho más guapa, y feliz. Entonces la siguieron como


cegados por la visión de un ángel, y ese ángel era su amiga. Ascendieron a los cielos, y


llegaron al paraíso, allí había mucha gente feliz, estaban formando un corro, bailando


una música celestial. Cuando llegaron les llevó hacia allí, y les presentó a sus


padres, y a su nueva hermanita. Ellos maravillados no podían creer lo que estaban


viendo, estaban en el paraíso, un lugar en el que nunca creyeron, y estaban rodeados de


gente querida, y de su amiga María, y de sus padres, y de su hermana, todos felices y


contentos, olvidados de un pasado trágico y disfrutando de un lugar maravilloso. Así, la


siguiente navidad allí en el paraíso estaban celebrándola, felices y contentos, sin ningún


dolor, ni sufrimiento, felices para el resto de sus vidas, mientras abajo celebraban la


navidad, sin conocer el verdadero significado de ella.

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