LA VENUS DEL ESPEJO.

Hoy me he visto en el espejo,
y en su lugar he encontrado una diosa,
era preciosa
en definitiva, maravillosa.
Al lado de la Venus de Milo,
encantadora.
Cúantas diosas hermosas,
que no pueden superar a esta rosa.
Cuando dejo de mirarme en el espejo,
la imagen se desvanece como en un sueño.
Yo soy esa imagen,
yo soy la Venus del espejo,
pero el tiempo transcurre,
y la imagen se va deshaciendo,
sólo en su lugar, van quedando restos,
de la Venus que un día fuí,
y que ahora ya no aparece en el espejo.