lunes, 28 de abril de 2008

NO TODAS LAS HISTORIAS DE AMOR ACABAN BIEN.

"Dos familias de igual nobleza habitan en la ciudad de Verona, adonde vamos a conduciros; imponiéndose entre ellas antiguas rivalidades, las manos de ciudadanos se manchan con sangre de ciudadanos. Se oye entonar un canto de amores en ambas casas; el heredero de la una ama a la heredera de la otra, pero la suerte persigue a los amantes, y sólo su muerte puede destruir y enterrar el odio de las dos familias. ("Romeo y Julieta, William Shakespeare)".

Esta historia trata de una pareja,
en la cual ellos se amaban con locura,
pero un día, algo les distanció de forma prematura.
En ellos había mucha pasión,
pero un día se les acabó,
ahora os explicaré la razón.
No os fieís de las apariencias,
a veces el amor puede llevar a la miseria,
también al dolor,
como en esta historia ocurrió.
Al principio todo fué bienestar y alegría,
pero algo maligno separarlos quería,
sobre todo por celos y envidia.
La protagonista de la historia se llama María,
era la mujer que todos a su lado querrían,
pero también un muchacho,
en ella se había fijado.
Todos los días a su cita acudía,
esperaba por parte de ella una respuesta,
siempre elegante y acicalado,
la esperaba todos los días,
a la puerta de su portería.
Así un día se fijó,
al instante de él se enamoró,
entonces surgieron los amores y flechazos,
hasta que un día se rindió a sus encantos.
Seguro siempre de sí mismo,
así pasaba sus momentos de amoríos.
Un día la pilló desprevenida,
y la plantó un beso de película,
y ella respondió quedándose desnuda.
De tanto escándalo
los vecinos se enteraron,
y también los padres de ellos.
Entonces la bronca se montó,
ninguno de ellos podían entender su amor.
Ambos eran de razas y culturas distintas,
una aberración para ambos "rol".
Enseguida ambos fueron separados,
de mutuo acuerdo por sus padres malhumorados.
Ella fue a una residencia,
él a un correccional,
aquella historia de amor tenía que acabar.
Nunca más del uno del otro supieron,
aquello no acabó como en los cuentos,
aunque hubo amor entre ellos,
la realidad se interpuso de nuevo.
Chicos, os cuento esto,
porque yo viví aquello,
yo soy María su protagonista,
y creedme, nunca os enamoreís de un ser diferente,
como ocurrió con aquel
que yo le teníapor mi ángel de la suerte,
y al final sólo me consiguió llevar a la muerte.

1 comentario:

Antonio Azuaga dijo...

No, Lara, no. Esto de hoy no me gusta nada. Tienes que hacerme caso.
Un beso.